Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera

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Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CONICET
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El 99% vive en lugares en los que la contaminación del aire excede las recomendaciones de la OMS

Artículo de Nora Bär en El Destape

Los humanos no estamos exentos de los daños silenciosos que nos inflige la contaminación del aire. Se la vincula con agravamiento de trastornos respiratorios, problemas cardiovasculares, menores niveles de desarrollo cognitivo en chicos, deprivación del sueño y hasta las enfermedades neurodegenerativas serían más frecuentes entre personas que viven en los centros urbanos.

En la Argentina hay normas sobre contaminación del aire, aunque no en todas las provincias. “Las reglamentaciones se van actualizando a medida que hay nuevas recomendaciones de la OMS –explica Andrea Pineda, investigadora del CONICET en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA)–. Una vez que está reglamentado, hay que controlar el cumplimiento, también hay que diseñar planes de mitigación, que en general son locales e implican evitar la circulación de autos, porque con frecuencia los lugares donde hay ‘excedencias’ son los sitios con mucho tráfico, que hacen un aporte importante a la concentración”.

Hay que analizar contaminante por contaminante, y las recomendaciones son diferentes para efectos agudos y crónicos. Para los primeros, se consideran períodos cortos, como las concentraciones horarias o los promedios de ocho horas. Y para los segundos, se controla la media anual, explica la investigadora. Otro gran problema es la enorme variabilidad espacial y temporal de las concentraciones y los aportes relativos de distintas fuentes. “Es imprescindible conocerlos para saber qué medidas implantar –dice Pineda–. Si uno sabe qué produce la concentración, elimina esa fuente y se acabó. Pero de nada sirve prohibir la circulación de autos, por ejemplo, si las partículas provienen de una chimenea que está a dos cuadras. Incluso es difícil reglamentar los niveles tóxicos de partículas ultrafinas (PM2.5, menos de 2,5 micrones de diámetro) porque resultan muy difíciles de medir y hasta se carece de sensores aptos aplicables a la verificación vehicular”.

Entre las medidas de mitigación que pueden ayudar a que uno esté menos expuesto, menciona preferir la bicicleta o la caminata cuando hay que desplazarse a lugares cercanos y, si uno va con chicos, tratar de hacerlo por las calles menos transitadas. “La mayoría de las intervenciones no son inmediatas”, subraya. Las estaciones de monitoreo (en CABA hay solo tres, a pesar de que es uno de los mayores centros urbanos de América latina) son muy costosas (alrededor de medio millón de dólares cada una) y además exigen control permanente por parte de profesionales especializados, porque requieren mucha calibración y control. «Como son medidas que afectan a toda la sociedad, ésta tiene que estar dispuesta a hacer cambios”

Fuente: El 99% vive en lugares en los que la contaminación del aire excede las recomendaciones de la OMS, Nora Bär, El Destape

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